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jueves, 1 de marzo de 2018

RELATOS EN LA COLONIA DEL VALLE (6) MÉXICO, D.F. ESCUELAS, EDUCACIÓN Y CAMINANDO POR LA CALLE. (CIUDAD DE MÉXICO) Autor: Fernando Emilio Saavedra Palma. Para: La maestra Elizabeth Mc Donald Wadroope.

    Ilustración por: Fernando Emilio Saavedra Palma.
RELATOS EN LA COLONIA DEL VALLE (6) MÉXICO, D.F.
ESCUELAS, EDUCACIÓN  Y CAMINANDO POR LA CALLE. (CIUDAD DE MÉXICO)
Autor: Fernando Emilio Saavedra Palma.
Para: La maestra Elizabeth Mc Donald Wadroope.

Uno nace sin pedir nacer, algo así dicen a sus papás cuando se enojan muchas personas; simplemente llegamos con nuestros padres y punto, siendo así la  vida de todos los que llegamos a este maravilloso planeta. Las familias tienen hijos pobres, no tan pobres, clase media, ricos o muy ricos así está poblado el mundo. Yo llegué a una familia y me siento orgulloso de mis padres y mis hermanos. Nací en la Colonia del Valle en 1960 y en 1968 mi madre murió; nuestro padre se volvió casar y nos quedamos los cuatro hermanos viviendo en la casa de la Colonia del Valle. Willy de 22 años que estudió Ingeniería Civil en el Instituto Politécnico Nacional. Nanis de 19 años estudió Historia en la Universidad Nacional Autónoma de México. La Bola de 17 años estudió Educadora en el Colegio Hispano Americano y el Prieto (yo),  por esos años estudiaba la primaria en el Instituto Canadiense de México. Don Fernando nuestro padre supo desarrollar su economía siendo responsable con todos sus hijos, un padre imborrable en la vida de cada uno de nosotros. Recuerdo cuando mis hermanos los menores iban a inicar  sus estudios de secundaria y preparatoria; la mayor Toyita iba a entrar a estudiar y, luego entrarían La, Temo y Ame, era tomar la decisión de  seleccionar la escuela. Recuerdo como él, mi padre se decidió; por esos años trabajaba yo con él en la Constructora y me comentó: “Emilio año con año nos llega a la casa una tarjeta de felicitación navideña de Doña Amalia (Amalia Solórzano de Cárdenas), le voy a pedir una recomendación para inscribir a Toyita al Colegio Madrid, para que luego entren todos La, Temo y Ame" ¿Cómo vez? –Me preguntó- “Me parece perfecto” –contesté- y seguimos leyendo las noticias del periódico.
Don Fernando trabajó muchos años con el General Lázaro Cárdenas del Río y este ex-presidente de México, citó  a mi padre en varios de los apuntes personales del general dentro del mundo de la construcción, tales como canales, carreteras, puentes, de hecho después de muchos años de su fallecimiento,  su nuera Celeste Batel esposa del Ing. Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano lo invitó a que participara en el libro “Se Llamó Lázaro Cárdenas” editorial Grijalbo Centro de Estudios de la Revolución Mexicana Lázaro Cárdenas A.C. compiladora Celeste Batel ahí cuenta un anécdota con nuestra abuelita Trinidad Toledo Esquinca (q.e.p.d.) y mi madrina Amalia Mendoza (q.e.p.d.) “La Tariacuri”, en la inauguración de un puente. Recordando a Paquito (q.e.p.d.) y Javier, ellos vivían  en la Colonia del Valle también estudiaron en el Colegio Madrid vecinos de López Cotilla esquina con Ángel Urraza.
A partir de los 8 años empecé a ser responsable de ir a la escuela solo y caminar por las calles de la Colonia del Valle, subir a los camiones o recibir aventones de algunos de los papás de  mis compañeros que pasaban cerca de la casa. Eso me enseñó a conocer las calles de mi colonia y sus secretos, las tiendas, vecinos, puestos de periódicos, ferreterías, carnicerías, peluquerías, fruterías, carpinterías, los pollos rostizados, tacos de todo tipo y un sinfín de lugares especiales, sin olvidar las tiendas gigantes como Liverpool Félix Cuevas, el Minimax que estaba en Ángel Urraza y Heriberto Frías, la Comercial Mexicana de pilares, el Burguer Boy de avenida Coyoacán, el Tom Boy de Insurgentes casi frente al Parque Hundido donde acometían una enorme cantidad de motociclistas a degustar hamburguesas, o el Dairy Queen con los helados. Por esos años era conocer las calles alrededor de la casa o la escuela,  descubrir las colonias aledañas con sus secretos, aprendiendo a fuerzas a meter los puños bien en las retadoras de futbol, forjándose así el carácter de un parvulito que se hizo rápidamente un adolescente inquieto en unos cuantos años. Cuando mi madre vivía era un total “niño nalgas meadas” me cuidaba de maravilla, como se cuidan a los pequeños y se les consiente demasiado.  Ese comentario es muy común en las calles buscando ofender con una frase clasista o la clásica donde mentaban la madre, siendo la más común y bueno uno tenía que salir al palenque con los gallos a los chingadazos. Al día siguiente de que  fallece mi madre, empecé a dejar de ser un “Niño nalgas meadas”. Recuerdo perfectamente como ella me decía; creo era un acto de premonición, pienso que ella sentía que llegaría su muerte: “Mi Emilio, mi prieto chulo cuando Willy tu hermano no esté en casa, tu eres el hombrecito de la casa y debes de cuidar a tus hermanas” ¡Hombre! a mi estilo siempre lo hice en silencio pero ese es otro cantar, callado, divertido y doloroso que con los años, muchos años lo comprendí.

Aprender hablar el lenguaje de las calles en México, D.F. en 1970 es único y difícil; la ventaja que tuve fue que siendo moreno me integraba en todos los ambientes populares, en todos lados, por donde anduviera caminando.  Cuando llegaba a mi escuela particular era otro lenguaje exageradamente distinto con mi adorable maestra Miss Mc Donal. Ella me atendía personalmente cada semana en su escritorio en la dirección. Esa maestra fue un ángel en mi educación. Estudie 1ro, 2do, y 3ro, en la escuela Luz Bringas estaba en Matías Romero, en la misma manzana de mi casa cuando mi madre vivía, después en escuelas particulares: Primaria Instituto Canadiense de México, Secundaria Escuela Mexicana Americana un año y los demás de secundaria en el Instituto Centro Unión donde recuerdo a un compañero Javier Ordorica que también vivía por la calle de Amores y Pilares. La preparatoria en el Instituto Latino de México de mis amigos y maestros Francisco Javier Narváez Juárez y Oscar Pascual Lammoglia Lemini. También por mi personalidad hice amigos de todos los medios educativos, afortunadamente en escuelas particulares como Francisco Javier Ordiales Yurrita del Franco Español, Agustin Ordoñana Rippol del Fray Juan de Zumárraga, Antonio Milán (q.e.p.d.) Instituto México, Daniel Martínez Aldaz (q.e.p.d.) del Centro Universitario México C.U.M., Gabriela López en el Panamericano, El Bambino o Bambi del Colegio Suizo de México, Rafael Martínez del Franco Inglés, Margarita Díaz del Colegio Francés del Pedregal, Laura García del Colegio Simón Bolívar (q.e.p.d.) y mi primo Juan Palma García del Instituto Cristóbal Colón. No me olvido jamás de muchos  amigos y amigas de escuelas oficiales como la secundaria 38 en San Borja y Avenida Coyoacán, la secundaria técnica 14 en Avenida Coyoacán y Ángel Urraza,  secundaria 72 en la Cerrada de Popocatépetl, la CUPA Escuela Primaria Centro Urbano Presidente Alemán en Avenida Coyoacán y Félix Cuevas a dos cuadras del multifamiliar Miguel Alemán en el cual vivía José Luis Vargas Moreno el famoso Santa del medio ajedrecístico de México y por supuesto el “Gus” Gustavo junto con sus dos hermanos que fueron muy conocidos en esos años en el multifamiliar en su momento.  La espectacular Preparatoria 6 en Coyoacán, la preparatoria 5 en Villa Coapa o la 8 en Mixcoac inolvidables los personajes de estas instituciones educativas que han fallecido y muchos que seguimos dando lata en este mundo del vivir.
Muchas de estas escuelas particulares y oficiales no estaban dentro de la Colonia del Valle pero la comunicación entre los estudiantes se extendía por el deporte, las fiestas, los amigos, amigas y sobre todo por la música como grupos que se estaban formando o simplemente para bailar la música disco que estaba al 100% de moda: los Bee Gees, ABBA, Donna Summer o Barry White. Y los sonidos en los frontones era toda una apología del baile.

Conocer el ambiente educativo me permitió enseñar ajedrez en diferentes medios y con los años me permitió acercarme a escuelas particulares para ofrecer mi conocimiento e iniciarme como instructor de ajedrez básico.
La Colonia del Valle tiene una taza enorme de escuelas particulares y oficiales que con los años se han construido y sus calles son todo un mundo de arte culinario actualmente en este 2018, no nos olvidemos que estos lugares a los que me refiero eran de los años 60 y 70, actualmente ha evolucionado todo en esta demarcación. Es recomendable la zona para turistear con tantos espacios que se han construido para la recreación. 


  Elizabeth Mc Donald Wadroope
directora del Instituto Canadiense de México.

EL INSTITUTO CANADIENSE DE MÉXICO.
Autor: Fernando Emilio Saavedra Palma.
Para: Todos mis compañeros de esta bella institución.

De mañana todos cantando los dos himnos nacionales a diario
las dos banderas hondeando e integrados bien uniformados
las damitas con la falda tableada de rojo sweater gris y la hoja de maple
esa hoja de maple roja con dorado esperando la educación a diario.

La hora de música todos alrededor de la maestra Donadiu cantando
una de Franck Sinatra, Doris Day o algo mucho muy latino o mexicano
el juego cotidiano en donde todos convivíamos en un ambiente sano
todo era un mar de aprender español o inglés y anotarlo en el cuaderno.

Las hermosas niñas las primeras miradas de ese inevitable  crecimiento
los primeros chistes donde estaba el alumno compañero de la risa único  
la cooperativa de Mari e Isidro  con su encantada salsa un arte culinario
los amigos de las canicas o la primera novia tan solo en el recreo.

En todo ello siempre estaba ella con su mirada miss Mc Donald
su porte magnético y elegante con su voz ronquita siempre de mando
su mirar fijando la vista al orden en la educación preguntando
y esperando la respuesta correcta o si no es el caso ella ayudando.

Elizabeth tu fuerza un encanto
Elizabeth tu amor educando
Elizabeth tu inolvidable recuerdo
Elizabeth tu temple templando

Miss Elizabeth McDonald Wadroope
vibración amorosa memoria del alumno
Fernando Emilio la sigue amando
por su existencia y su enorme trabajo.